viernes, 26 de marzo de 2010

Velad En Oracion

Velad En Oracion
“Velad en oración” 1ª Pedro 4:7

No te marches amigo mío, al mundo peligroso sin orar. Arrodíllate por las noches para orar. El sueño puede hacer pesados tus párpados, un día de mucho trabajo puede ser una especie de excusa, para que cortes tus oraciones y te resignes a descansar. La mañana viene y puede ocurrir que te levantes tarde y no hagas tus devocionales matinales o que las hagas de prisa de una forma irregular.
¡Ninguna vigilancia en la oración! Una vez mas has omitido el permanecer vigilante. ¿Es posible reparar esto ahora? Creemos solemnemente que no.
Se ha hecho lo que no podemos deshacer. Tú has dejado de orar y por ello has de sufrir.
La tentación la tienes delante y no estás preparado para vencerla. Hay un sentimiento de culpabilidad en tu alma y tú permaneces dudando y distanciado de Dios. no es de extrañar si en aquel día en que el sueño te domina e interviene en tu oración, que en ese día no cumplas con tu deber.
Los momentos de oración que a causa de nuestra pereza desperdiciamos, no los recuperamos. Podremos obtener experiencia pero no podemos recibir nuevamente la rica frescura y fortaleza que había envueltos en aquellos momentos.
Frederick W. Robertson

Si Jesús, poderoso Hijo de Dios, sintió necesario el levantarse antes del amanecer para derramar su corazón delante de Dios por medio de la oración, con cuanta mas razón debes de orar a Aquel que es el Dador de todo don bueno y perfecto y que ha prometido todas las cosas necesarias para nuestro bien.
Lo que Jesús recibió en su vida por sus oraciones nunca podremos saberlo, pero sabemos muy bien que una vida exenta de oración, es una vida sin poder. Una vida sin oración puede ser una vida sin ruido y alboroto acerca de mucho, pero tal clase de vida está muy alejada de Aquel que durante el día y durante la noche oró a Dios.
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