martes, 25 de enero de 2011

Lo que estamos?

Lo que estamos?

Escuché una historia, creo que llegó desde el País del Norte: Un ministro pidió a una pobre mujer, con la intención de dar su ayuda, pues sabía que ella era muy pobre. Con su dinero en la mano, llamó a la puerta, pero ella no respondió. Concluyó que no estaba en casa, y se fue. Un poco después de que él la conoció en la iglesia, y le dijo que le había recordado su necesidad ". llamé a su casa y llamó varias veces, y supongo que no estaban en casa, porque yo no tenía ninguna respuesta", "En ¿qué hora te llaman, señor "" Fue alrededor del mediodía. "" Oh, querida-dijo-, te he oído, señor, y lo siento que no contesté, pero pensé que era el hombre llamado para el alquiler. "Muchos una pobre mujer sabe lo que esto significaba. Ahora bien, es mi deseo de ser escuchado, y por lo tanto quiero decir que no estoy llamando a la renta, de hecho, no es el objeto de este libro para pedir algo de ti, pero si te digo que la salvación es de todos los gracia, lo que significa, gratis, gratis, a cambio de nada.

A menudo, cuando estamos ansiosos por ganar la atención, nuestro oyente piensa: "¡Ah! ahora me va a contar con mi deber. Es el hombre pide que se debe a Dios, y estoy seguro de que tengo con que pagar nada. No voy a estar en casa. "No, este libro no viene a hacer una demanda a usted, sino para aportar algo. No vamos a hablar de la ley, y el deber, y el castigo, sino sobre el amor, la bondad y la vida, y el perdón y la misericordia, y eterna. No, por lo tanto, actuar como si no estuviera en casa: no hacer oídos sordos, o un corazón descuidado. Yo estoy pidiendo nada de vosotros en el nombre de Dios o del hombre. No es mi intención hacer ningún requisito en sus manos, pero yo vengo en nombre de Dios, para traerle un regalo, que será a su dicha presente y eterna a recibir. Abre la puerta, y dejar que mis escritos entrar. "Ven ahora, y razonemos juntos." El Señor mismo le invita a una conferencia sobre la felicidad inmediata y sin fin, y él no habría hecho esto si él no quería decir y hacia usted. No niegan que Jesús es el Señor quien llama a su puerta, porque él toca con una mano que fue clavada en el árbol por como eres. Puesto que su único objeto y único es su bien, inclina tu oído y llegar a él. Escuchad con diligencia, y dejar que el disipador de la palabra bueno en tu alma. Puede ser que la hora ha llegado en el que entrarán en esa nueva vida que es el principio del cielo. La fe viene por el oír, y la lectura es una especie de audiencia: la fe puede venir a usted mientras usted está leyendo este libro. ¿Por qué no? Oh bendito Espíritu de toda gracia, que sea así!

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