“Él está familiarizado con mi camino de tribulación. Cuando me haya probado, saldré como el oro.” Job 23:10


“La fe aumenta en medio de las dificultades” Cuan grande es el significado de estas palabras para el alma que ha luchado.
Fe es aquella facultad dada por Dios, la cual, cuando se ejercita, trae las cosas invisibles a una luz plena, y por medio de la cual, las cosas imposibles se hacen posibles. Trata de las cosas sobrenaturales. Pero “aumenta en medio de las dificultades”, es decir, donde hay inquietudes en la atmósfera espiritual.
Las tormentas son causadas por conflictos de elementos, y las tormentas del mundo espiritual son conflictos con elementos hostiles.
En esta clase de atmósfera es donde la fe halla su campo mas productivo, en estas circunstancias, es cuando alcanza mas rápidamente su madurez.
El árbol mas firme no se encuentra bajo el amparo del bosque, sino fuera al descubierto, donde el viento le zumba por todas partes, le dobla, le retuerce hasta que se convierte en un gigante en estatura. Esta es la clase de árbol con la que el mecánico quiere que se hagan sus herramientas, a la que el constructor de vagones busca.
Así también en el mundo espiritual, cuando veas un gigante, recuerda que el camino por donde tienes que pasar para llegar a su lado, no es por el sendero asoleado donde florecieron las flores silvestres, sino por una senda pendiente, rocosa y estrecha donde los soplos de aire del infierno casi te levantarán de tus pies, donde la agudeza de las rocas corta la carne, donde las espinas sobresalientes se clavan en la frente y el silbido de las serpientes venenosas se oye por todos lados.
Es una senda de pena y de alegría, de sufrimientos y curación con bálsamo, de lágrimas y de sonrisas, de pruebas y de victorias, de conflictos y de triunfos, de aprensiones y peligros, de persecuciones y malas interpretaciones, de turbaciones y calamidades, sobre todas las cuales somos mas que vencedores por medio de Aquel que nos amó.
“En medio de las tormentas”. En el mismo centro de la tormenta mas implacable. Es posible que trates de esquivar una gran prueba o tormenta, no hagas esto, lánzate hacia ella. Dios está esperándote en el centro de todas tus pruebas, para revelarte el secreto con el que has de salir victorioso, y con una fe tan firme que ningún demonio del infierno podrá después quebrantar.
E. A. Kilbourne