“Y aconteció que antes que él acabase de hablar.... y dijo: Bendito sea YHWH.. que no apartó su misericordia y su verdad.” Génesis 24:15, 27
A toda oración que hacemos debidamente, recibimos la respuesta antes de terminarla, antes “de terminar de pedir”. Esto es así porque Dios nos ha dado Su palabra de que cualquier cosa que pidamos en el nombre de YAHSHUA, (es decir, de acuerdo con MESIAS y Su voluntad) y con fe, nos la concederá.
Como Dios no puede faltar a Su palabra, siempre que en nuestras oraciones cumplamos con estas simples condiciones, obtendremos la respuesta en el Cielo en el momento en que oramos, aunque se tarde mucho tiempo en que la respuesta sea visible en la tierra.
Así que, debemos terminar todas nuestras oraciones, alabando a Dios por habernos concedido nuestras peticiones, a Aquel que nunca apartó de nosotros Su misericordia y Su verdad. (Repasad Daniel 9:20-27, y 10:12)
Cuando creemos que una bendición nos ha sido concedida en el Cielo, debemos empezar a orar y obrar en la actitud de fe y como si la hubiésemos recibido.
A Dios debemos de tratarle de la misma manera que si nos hubiere contestado a nuestras súplicas.
El peso de la cosa que deseamos, debemos de colocarlo sobre El y hacernos cuenta de que nos la ha concedido de que continuará dándonos lo que deseamos. Esta es la actitud de confianza.
Cuando la mujer se casa, inmediatamente toma una nueva actitud y obra de acuerdo con su nuevo estado. Esto es lo que sucede cuando aceptamos a MESIAS como Salvador, Santificador, como nuestro Remedio o Libertador. El espera de nosotros que adoptemos la actitud de reconocerle en la calidad que le hemos pedido que sea, entonces El será para nosotros lo que hemos confiado que El ha de ser.
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