Un caballero escribiendo acerca del deterioramiento de los barcos viejos dijo: que no es solamente el tiempo lo que contribuye a mejorar las fibras de la madera de los barcos viejos, sino la tirantez y bruscos golpes que recibe en el mar, la acción química que produce el agua estancada en su fondo, y las diferentes clases de cargamentos que lleva.
Hace algunos años se exhibieron en un almacén de muebles de última novedad en Broadway, Nueva York, algunos tableros preciosos, hechos de un trozo de madera de roble que había formado parte de un barco que duró ochenta años. El magnífico colorido de estos tableros atrajo la atención en general.
La misma sorpresa causó algunos trozos de caoba que pertenecieron a otro barco que había navegado por los mares hacía sesenta años. El tiempo y el transporte habían contraído los poros y oscurecido el color, hasta llegar a parecer tan sublime en su intensidad cromática como un vaso chino antiguo. Con ellos se hizo un gabinete y hoy ocupa el sitio de honor de una acaudalada familia de Nueva York.
Así también, existe una grandísima diferencia entra la calidad de aquellos ancianos que han vivido una vida perezosa, egoísta e inútil, y las fibras de aquellos que han navegado por todos los mares y transportado toda clase de cargamento como siervos de Dios y socorredores de un prójimo.
No solamente las adversidades y las aflicciones de la vida sino también algo de la dulzura del cargamento que se transporta, se introducen en los mismos poros y fibras del carácter.
Louis Albert Banks
Cuando el Sol pasa por debajo del horizonte aún no se ha puesto, los cielos relucen durante una hora después de su partida. De la misma manera, cuando un hombre grande y bueno deja esta vida, el cielo de este mundo resplandece por mucho tiempo después de haberle perdido de vista. Tal hombre no puede ser olvidado en este mundo. Cuando se marcha, deja tras de sí, mucho acerca de sí mismo. Estando muerto, nos habla.
Beecher
Víctor Hugo después de haber cumplido los ochenta años, expresó su fe con las siguientes sublimes sentencias: “La vida futura, puedo palparla en mi mismo. Yo soy como un bosque que ha sido cortado mas de una vez. Las nuevas germinaciones tienen mas vida que nunca. Siento que me elevo, hacia el cielo. La luz del sol está sobre mi cabeza. La tierra me da su sabia generosa, pero el cielo me ilumina con sus mundos desconocidos.
Hay quienes dicen, que el alma es el resultado de los poderes corporales. ¿Cómo se explica entonces, que cuando me falta el poder corporal mi alma es mas luminosa? Aunque me encuentro en la edad de la vejez, en mi mente y en mi corazón poseo pensamientos y sentimientos jóvenes y eternos. En esta misma hora, puedo respirar la fragancia de las lilas, las violetas y las rosas como cuando tenía veinte años. Cuando mas me aproximo al fin de mi vida, puedo oír mas plenamente la sinfonía de los mundos que me invitan. Esto es sorprendente, pero sencillo.”
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