viernes, 24 de mayo de 2013

“En aquel mismo día, como Dios le había dicho.” Génesis 17:23

“En aquel mismo día, como Dios le había dicho.” Génesis 17:23

La obediencia inmediata, es la única que puede considerarse como tal. La obediencia que tarda, es desobediencia. Cada vez que Dios nos llama para que cumplamos un deber, está ofreciendo hacer un pacto con nosotros. Por nuestra parte, lo que tenemos que hacer es cumplir nuestro deber y El cumplirá su parte con una bendición especial.
La única manera como podemos obedecer es obedeciendo “en el mismo día”, como hizo Abraham. Para estar seguros, a menudo aplazamos un deber y después lo cumplimos lo mejor que podemos. Es mejor hacer esto que no hacerlo de ninguna manera. Pero por muy bien que lo hagamos entonces, esto no es mas que el cumplimiento a medias de un deber que hemos desfigurado y estropeado, y el deber que se aplaza nunca nos proporciona la bendición completa que Dios deseaba para nosotros y que hubiésemos recibido de haber cumplido dicho deber en el mismo momento que pedimos.
Es una lástima que hurtemos a Dios, a nuestro prójimo, y a nosotros mismos, por medio del hábito de dejar las cosas para mañana. “En el mismo día”, es como nos dice el Génesis que debemos hacerlo. “Hazlo ahora”.
Un gran héroe de la fe HEBREA, uno que supo sufrir grandemente por la causa del MESIAS, dijo que “un verdadero creyente debe crucificar la pregunta ¿Por qué?. Debe obedecer sin preguntar.” No deseo ser uno de aquellos que al menos vean señales y maravillas no crean de ninguna manera. Quiero obedecer sin preguntar.
La obediencia  a la  torah es fruto de la fe, paciencia, la flor de dicho fruto.
Christina Rossetti

No hay comentarios: